Helena y yo nos mudamos a otra ciudad por asuntos de trabajo, yo había sido promovido a un puesto en el comité ejecutivo y mi esposa siempre tendría el trabajo de medio tiempo, con el inconveniente de que tendrías que viajará durante una hora, un viernes por la tarde recibió una llamada de Helena, diciéndome que enlace no tendríamos una visita ese día llegue a las 7 de la noche y cuando entre a la sala me encontré con mi adorada cuñada, Julia era una muchacha muy activa y se encontraba estudiando en universidad de la misma ciudad donde estábamos viviendo ahora, iniciamos la cena y charlamos durante un par de horas entre vino y ron, Helena Julia y yo nos encontrábamos un poco pasados de copas, por lo que decidimos que había sido suficiente licor por ese día, Julia nos dijo que tendría que quedarse a dormir ya que era muy tarde y el transporte público no circulaba a esa hora, le dijimos que no había ningún problema y que el sofá de la sala se hacía cama.
Nos retiramos a la habitación, mi esposa había estado provocativa toda la noche se vistió y se puso un camisón negro el cual apenas cubría su esplendoroso culo, comenzamos el juego amoroso de las parejas en celo, ella comenzó a acariciar mi pene y con toda dulzura comenzó besarme desde mi boca hasta llegar a mi verga, e inició una mamada maravillosa introducía toda mi verga en su boca y la acariciaba con su lengua poco a poco se la fue introduciendo toda hasta que desapareció por completo, sentí unas cuantas arcadas ya que mi verga estaba hasta el fondo de su garganta, tome un cigarro y lo comencé a fumar mientras hacía delicias con verga fue girando poco a poco hasta que su panocha quedo en mi cara la cual comencé a lamer como desquiciado, introducía mi lengua hasta el fondo y hacia pequeños masajes en su clitor me encontraba completamente excitado, de pronto se separó de mi y comenzó a cabalgarme, después de 30 minutos de practicar varias posiciones sentí como Elena se venía de un orgasmo en el que apretaba a mi verga con contracciones deliciosas, aquellas contracciones provocaron un éxtasis y apretando sus nalgas peque una acabada que me dejo exhausto, nos fuimos a duchas y charlamos durante un rato, ella se quedo dormida, sin embargo sentí que algo me hacía falta y lo asocie a cansancio por lo que decidí dormirme.
Al día siguiente y después de lucharme bajé a desayunar, Helena ya se había marchado y Julia aún se encontraba dormida, vi como la sábana delgada reflejaba sus ricas curvas volví a la cocina y decidí hacer café y unas tostadas de repente vi a Julia que ya se había levantado y le ofrecí desayuno me contestó que sí el camisón que se había puesto era de Elena y se miraba estupenda en el dejada ver su desnudes, me hice el desentendido y me dedique a prepararle el desayuno, comimos y platicamos, recordamos momentos cuando era novio de Helena y como ella nos ayuda a salir a escondidas, mire el reloj y le dije que estaba atrasado, Salí de la casa y me dirigí al trabajo a la hora del almuerzo mi secretaria me dijo que tenía una llamada la atendí y era Julia, me dijo que estaba cerca de mi trabajo y que almorzábamos, le dije que si nos encontramos en un restaurante chino, llego vestida con una minifalda y una blusa que dejaba entrever sus pechos divinos, hablamos de varias cosas, me dijo que tenía una semana de vacaciones y que tenía planeado estar en nuestra casa, le dije que era una buena idea ya que así podríamos salir juntos para que nos enseñara la ciudad.
Ese viernes por la noche, Helena y julia tenía planeado que saliéramos a una discoteca, las dos se pusieron sus mejores trajes, julia traía un vestido negro muy ajustado se miraba esplendorosa y Helena, se había puesto un traje rojo que le sentaba muy bien, fue una gran noche de baile y tragos, baile con las dos los ritmos tropicales que tocaron, luego sonó una melodía de las que se bailan pegadas, Helena había ido al baño por lo que Julia me dijo que la bailáramos nos dirigimos a la pista y la abrase alrededor de su cintura, ese primer contacto me despejo del licor que había tomado y una oleada a perfume y oler a mujer de Julia, me elevaron el lívido sentí como ella me apretaba yo hice lo mismo, baje un poco mi mano y note que no llevaba ropa interior, ella me miro y se sonrió no hablamos pero era evidente el lenguaje sexual de nuestros movimientos, sentí como mi verga tenía una erección y trate de separarme de Julia, sin embargo me atrajo más hacia ella e hizo un movimiento de cuerpo como restregándose en ese mazo de venas que buscada locamente salir de su prisión, apreté sus nalgas aun mas y me pegue a su cuerpo, dejo escapar un suspiro y sentí como su cuerp0o temblaba, termino la canción y nos dirigimos a la mesa Helena aun no llegaba, me sentía apenado iba a darle una disculpa a Julia cuando llego Helena, nos dijo que si nos podíamos ir ya que se sentía un poco mareada, llegamos a la casa y me dispuse a guardar el coche en el garaje.
Cuando entre a la sala, solo se encontraba Julia con vaso de licor me dijo que Helena se había ido a la habitación, le dije buenas noches y me dirigí al cuarto note en la mirada de Julia una suplica para que me quedara, cuando abrí la puerta mire a Helena tirada en la cama aun con su vestido era evidente que estaba completamente dormida por la borrachera, me dirigí al baño y me duche intente acostarme sin embargo la mirada que Julia me había hecho no me dejaba en paz, decidí bajar un rato, me dirigí a la sala y no la vi me serví un trago y al sentarme en el sofá Julia salía del baño que está en la sala desnuda, trate de no verla pero fue imposible, su cuerpo era de una diosa, traía el camisón en sus manos ella no se inmuto y simplemente se lo puso, me pidió que la acompañara a tomar mientras se dormía, se sentó junto a mi encendimos la tele y había una película erótica le dije que si cambiaba me arrebato el control y lo tiro a un lado, comenzamos a hablar pero la película me ponía más caliente, mire como sus pezones se habían hinchado y estaban muy rosados, Alejandro quiero bailar un rato me siento mareada nos levantamos y nos estrechamos nuestros cuerpos, mi verga ya estaba a mil y se notaba enormemente desde mi bóxer, ella sintió aquel tronco duro y se arrimo aun mas yo hice lo mismo.
Se detuvo junto al sofá y se sentó no supe qué hacer cuando saco mi verga chorreando semen y se la introdujo en su boca, succionaba como perra en celo, quería evitarlo pero se la introduje más en su boca, la saco y comenzó a lamer el semen que salía, estaba como poseída se acariciaba la cara con ella y se embadurnaba con semen como si fuera crema, se agarro de mis nalgas y se introdujo mi la verga sentí unas arcadas pero no sacaba note como un par de lagrimas se corrían por sus mejías, me miro y me dijo hace años te deseo y quiero que me cojas toda quiero ser tu perra esta noche, se tendió en el sofá y comencé a besar sus pechos mientras mis dedos buscaban su panocha, los introduje y me encontré con una laguna de jugos vaginales, comencé a bajar lentamente besando su vientre mientras ella se acariciaba sus pechos, me encontré con una semillita rasurada y la comencé a mamar con delicadeza, saboreando sus jugos mordisqueaba su clitor y comencé a masajear su culito con sus propios jugos mire a Julia y se devanada en contorsiones lujuriosas con quejidos de placer, cuando introduje la punta de mi dedo Julia comenzó a contraerse y a dar espasmos de placer hasta que sentí su primer orgasmo tomo mi cabeza y la apretó contra su panocha quería que me la comiera y así lo hice hasta que se calmo.
Nos acostamos en la alfombre de la sala. Abrí sus piernas y le introduje mi verga, vi como sus ojos se abrieron de placer mientras me repetía te deseo papi, cógeme, hacerme mierda, dame con todo lo que tengas, comencé a darle una cogida profunda Julia me recosté sobre su cuerpo y comenzamos a besarnos mientras se la introducía con un ritmo suave, nos dimos vuelta y ella que arriba trataba de introducirse hasta los huevos, mis manos apretaban sus suaves nalgas comencé a jugar nuevamente con su culito unte mis dedos del liquido seminal que brotaba de su atorada conchita y comencé a introducírselo, en ese momento comenzó a gemir profundamente mientras le decía te gusta perra? Déjatela ir toda mami, dámelo amor córrete como una puta, note como julia ponía sus ojos en blanco e iniciaba una serie de contracciones anales que indicaban le llegada de su segundo orgasmo, aagggggg papi soy tuya cógeme y entre sollozos se dejo caer en mi pecho suspirando profundamente, le temblaba todo el cuerpo la abrase y la bese profundamente.
Se separo lentamente y me dijo quiero limpiarte y comenzó a introducirse mi verga lentamente, posiblemente por efecto del licor yo no podía acabar, pero al sentir su boca húmeda en mi pene me fui poniendo caliente, como gata en celo se fue deslizando suavemente y comenzó a besarme, me has dado la cogida más rica de mi vida pero me siento mal porque no has terminado quiero ofrecerte mi virginidad anal y se dio vuelta ofreciéndome su culo, comencé a besar sus nalgas suaves y aterciopeladas su culito rosadito se me ofrecía y de forma coqueta me hacia contracciones lo lubrique con mi lengua, introduje mis dedos lentamente y me volteaba a ver con lujuria como diciéndome cógeme, me embadurne con mi propio semen y comencé a introducirle mi verga dura al principio se puso tensa y dio un par de pujidos luego se fue dilatando se cavidad anal y logre introducirle la cabeza, me estuve un rato así mientras se dilataba mas y se la introduje toda dio un pequeño grito de dolor el cual se fue transformando en placer, comencé a darle por el culo de forma placentera y no para de gritar temí en algún momento que mi esposa escuchara, sin embargo mi excitación me hacía solo disfrutar ella comenzó a acariciarse el clitor, sus quejidos aumentaban en la aurora de otro orgasmo, una oleada de placer máximo me invadió y comencé a descargar mi semen en ese culo maravilloso, mientras Julia con nuevas y fuertes contracciones anales anunciaba su tercer orgasmo, quedamos tendidos en la alfombra, hasta que un ruido en mi cuarto nos hizo levantarnos rápidamente, me puse mi bóxer y subí rápidamente Helena había ido al baño a vomitar y al regreso me encontró sentado en la cama, ¿te desperté amor? Es que estoy mal espero que a Julia no le haya pasado lo mismo y se volvió a dormir.
Por la mañana, desayunamos los tres recordando la pachanga de la noche, mientras Julia decía que había dormido como nunca y que estaba pensando, no seguir pagando alquiler ya que ella podía arreglar el cuarto de visitas y mudarse con nosotros, mi esposa dio un grito de alegría y comenzaron a hacer planes, mientras Julia me guiñaba un ojo