(Relato Lésbico-Orgiástico)
Cada que salgo de la oficina recorro en el auto como un kilómetro antes de incorporarme al Boulevard principal que lleva de la zona hotelera hasta la ciudad... Ese camino está lleno de casas bonitas, de jardines y en medio de una fastuosa laguna que aunque nada acuático yo, solo de mirar el agua de uno y otro lado me llena de placer... Placer que se traduce en un canijo erotismo porque casi todas esas tardes, en punto de las 4:08, veo a una mujer que cifra entre los 50 y 55 años; camina apaciblemente por la banqueta y mirando para todos lados, sin duda sin la preocupación de ir a trabajar de atender a un marido o a algunos hijos que de seguro ya han emprendido su propio vuelo... "Apuesto a que vive por aquí"; me repito cada que la veo, rebosante ella de una deliciosa frescura, vistiendo casi siempre atuendos que le entallan bien su figura dejando adivinar que esa mujer fue un mujerón precioso porque se carga una cintura menor a sus caderas y portando un pecho breve que se me antoja por lo firme que se ve...
Siempre me jala la mirada, siempre voltea a ver el paso de mi auto -y de otros autos-, como si quisiera saludar a cada uno de ellos por su actitud tan suelta y desparpajada... Otro día me atreví a saludarla levantando mi mano y sonriéndole con la sonrisa más simple que me sale, pero amable y un tanto deseosa de su respuesta porque la consideraba casi casi como una vecina o una amiga a la que conocía de tiempo atrás... Solo volteó, me vio como siempre, y regresó la mirada al horizonte de la laguna sobre el puente...
Poco a poco por mi mente pasaba la idea de abordarla, de preguntarle algo o de hasta ofrecerle un "ride" a la usanza antigua del vulgar "ligue". Pero no, me era muy absurdo ofrecer llevarla, dado a que era obvio que sus pasos no iban a ningún lado y que en cierto momento regresaría sobre sus huellas hasta perderse en algún jardín de esas bonitas casas.
Una y otra vez, siempre lo mismo en esa soleada rutina hasta que por fin pude sacarle una sonrisa porque desaceleré mi ida a comer pero sin detenerme... "¡Me sonrió!"... ¡Buen indicio!...
Armado de estúpido valor, esperé que no viniera otro vehículo cerca y una tarde de plano me detuve, ya llevaba lista la ventana abajo y le pregunté si la llevaba a su destino... "Muchas gracias, solo haciendo un poco de ejercicio, vivo por aquí"... - Me respondió sin darme ninguna entrada y hasta de hecho sentí que mi boba intromisión tal vez le hubiera causado molestia. "Excelente, que tengas un lindo día" - Le dije sin dejar de ser amable, más de lo que fuera un Don Juan que se la quisiera ejecutar...
Pasaron varios días, a veces la veía y a veces no, pero cuando sí, le saludaba abanicando mi mano y sonriendo con la espera de que siempre me devolviera la sonrisa... La mujer se me hacía muy linda y hasta interesante; no puedo negar que me fijaba también en su cuerpo; ya no era el de una joven damisela, pero en shorts o en esas ropas ajustadas o voladas, exhibían a una mujer realmente deseable, pero bien, finamente, sin el morbo aquél de montarla a como diera lugar...
Chispas, me estaba obsesionando... Luego a veces no volteaba porque pasaba cuando miraba para otro lado e ignoraba al mundo sumida en sus pensamientos... Pero en otras sí, y yo sentía que ya su sonrisa no era tan superficial o así me la quería meter en la cabeza... "Ahora me sonrió como diciendo: detente otra vez" - Me hacía a la idea pero seguía mi camino y al llegar al semáforo de la intersección ya se me olvidaba, concentrándome en la conducción y en el tránsito nutrido pero fluído de esa hora.
Rayos!... "Voy a detenerme otra vez y le haré plática" - Me repetía pero no lo hacía - Hasta que una vez, cuando el cielo se llenaba de aborregadas y grises nubes, viéndola de lejos me dije: "No otra vez; ya he dejado pasar oportunidades a lo largo de mi vida, que desaparecieron sin saber si estaban ahí para tomarlas"... Total, ya tendría el "NO" implícito, pero "si me manda por las Cocas", pues sigo con mi imaginación revuelta a lo bruto y me sumo como ella en lo mío y en mi trabajo, y ya, no lo intento más.
Pero nop... Me volví a detener, la saludé amablemente y hasta tartamudeando, y le dije que pronto le iba a llover... Apuesto que no le hubiera importado mojarse, pero detuvo también su paso y me dijo: "Es cierto, me regresas a mi casa?"... Oh! my God!...Por fin!,...
Quité el seguro y me extendí para abrirle la puerta y subió al auto, subió!... No quise pecar de vano y vulgar, y le pregunté dónde quedaba su casa con una voz de idiota y tratando de no mirar ni a sus piernas ni a su desarmado busto... Me dijo que me regresara por la avenida y que su casa estaba al final de la misma, hasta el retorno... "Es un largo tramo el que caminas" - Le volví a estrellar mi voz que me parecía más estúpida todavía, tratando de ser cortés y experto en las conquistas... Pero qué idiota, eso no era para nada una conquista, pero haber logrado que subiera al auto, para mí ya lo era.
Ufff!!!... Cuántos días para lograr este momento... La plática hasta su casa fue vanal, superflua y muy predecible... Me puse torpemente nervioso y cuando me dijo cuál era su casa... Dejé que se bajara, le extendí la mano y le dije mi nombre que tuve que repetirle tres veces... "Yo soy Susy" - Me dijo... Pero como no obtuve ninguna señal extraterrestre, solo le dije que tuviera linda tarde y me largué... Qué estúpidoooo!!!
Pasaron dos días, no la vi caminando por ahí, pero al tercero, mi "Super Master Mind" se prendió, me salí 10 minutos antes de la oficina y en vez de tomar el camino regular, me regresé por la avenida hasta la rotonda final donde vive y conduje muy lento... Ahí estaba, lavando su carro a manguerazos... Ah!!! Buen pretexto para darle un "regaño" y poder bajarme a saludarla... "Hola Susy"... "- Le dije... Si quieres te ayudo a lavar tu coche" - Con mayor seguridad inflexioné mi voz y sin que pareciera regaño le dije que yo tenía un método para lavar los carros sin manguera... Bueno, funcionó, le interesó mi estúpido comentario y me preguntó cómo.
Susy vestía unos shorts rosados que para nada estaban ajustados, detalle que le dejaba ver más arriba de sus muslos y cuando se agachaba, me retrataba con unos glúteos ex-tre-ma-da-men-te apetitosos... Pero no quería alargarme en el proceso, lavar el auto con media cubeta de agua, quién lo diría, fue el tópico que le cautivó, porque me lo dijo, alabando lo limpio que siempre tenía mi auto; con éso me dio a entender que daba más que un cacahuate por mi existencia... Y se dio, cuando terminé me invitó a pasar para tomar un vaso con agua y me imaginé mil cosas; entre ellas que estaba sola, que vivía para ella misma y que me invitaría a la cama una vez que traspasáramos esa puerta con cristales verticales a cada lado... Pero nop, abrió y se metió, me sirvió el agua y nada más pasó.
Ahora consumo más gasolina para pasar por la casa de Susy y de plano pensé que podría tener la confianza de estacionarme y sin más, tocar a su puerta cuando viera que tenía el auto estacionado en la cochera...
Habían pasado varios días y antes de que se enfriara - o yo -, volví a redondear por su casa con la convicción de que si no la veía, me daba por rendido... Pero la perseverancia rinde frutos ¡y de qué manera!... Vi a Susy y me estacioné para saludarla, ahora vestía una microfalda de quinceañera y una blusa de tirantitos que gritaba: "¡Aún soy joven!"... La verdad, mi nerviosismo de penita, se transformó en nerviosismo sexual y cuando bajé del carro, no solo la saludé de mano, le planté un beso en la comisura de sus labios que poco más y le atino al centro de su boca; como no sentí rechazo, no le solté la mano y cruzamos algunas nimiedades hasta que me preguntó que si quería pasar; acepté, le seguí los pasos y volví a ver abrirse esa puerta tipo "Desperated Wives"... La estancia estaba reluciente, muy minimalista y le pregunté que si tenía hijos... "No, vivo sola, mis hijos hace tiempo que se fueron a vivir a Canadá con su padre y yo disfruto de mi individualidad". - Me dijo con un implícito "estamos solos, hazme lo que quieras", jeje... No apenas entramos a la sala, me tomó de la mano, me detuvo, giró hacia mí y me dio un abrazo que más que de amigos sentí como de una desesperación y ansiedad de querer ser apapachada... Y me dijo: "Oye... Le platiqué a una amiga de ti, le dije lo caballeroso que eres y te quiere conocer"... - De momento me cayó de sorpresa ese comentario; el abrazo que me dio no fue lo sexual que muchos pensarían, más bien era algo como de un "mucho gusto de volverte a ver", luego de que reaccioné, le dije que estaba bien, que cuando quisiera; se separó, me sonrió coquetamente y me preguntó que si el Viernes siguiente pudiera ser... "Claro" - Respondí con más imágenes en mi calenturienta mente que palabras... Inmediatamente luego, me dijo que tenía que salir, que si la levaba a la ciudad a recoger unos papeles a la Notaría y que no tardaríamos...
Chispas... Yo ya estaba preparándome para una tarde especial, pero esa petición cortó de tajo mis intenciones, además de que el tiempo que se desperdiciaría me causaba cierto malestar, y ciertamente de sentirme "usado"... Pero no era por solo querer un "ride", de hecho, ahí afuera tenía su carro. Al principio pensé que se había arrepentido, pero, de ya no querer que estuviera con ella, simplemente me hubiera dicho que me fuera y ya.
Total, accedí y fuimos hasta la ciudad y paramos en la Notaría... ¡Se tardó un siglo!, tanto, que tuve el impulso de dejarle dicho a la Recepcionista que le avisara que me tenía que ir... Pero eso no hubiera sido muy gentil de mi parte, así que ahí me quedé, sintiéndome un idiota recorriendo las pinturas de la decoración de ida y vuelta... Hasta que salió.
Susy estaba muy apenada... ¡Dos horas y media la esperé!... Se disculpó ene mil veces y cuando ya era muy tarde, regresamos hasta Pok Ta Pok, donde trabajo y vive.
Como "desquite" le dije que me tenía que ir, se sintió culpable y me plantó un lindo beso en la mejilla... "Ok, no te preocupes, mil disculpas otra vez, el Licenciado no tenía listos los papeles" - Ni le pregunté qué papeles, sí estaba yo muy molesto, pero no le dije nada, le di otro beso y me largué.
"Seguro los mugrosos papeles tenían que ver con su divorcio"... -La exculpé en mis pensamientos, pero dadas mis intenciones de esa tarde, pensé que bueno, si el Viernes me cancelaba, ahí terminaba todo este tonto jueguito de adolescentes.
El Viernes llegó después de trescientos años... ¡Rayos!, ¡qué largos son los días cuando se envuelve uno de ansiedad!... Pero al fin llegó...
Me puse mis trapos más decentes y me preparé para conocer a su amiguita... "De seguro mis ganas de pasar mis manos por debajo de sus ropas volverían a tomar otra demora", - pensaba yo al tiempo que hasta sentí disgusto por conocer a la tal amiguita... Y con esos pensamientos dando vueltas, llegué a su casa a la hora convenida, "Sharp as a knife", o sea, muy puntual.
Apenas me estacionaba detrás de su auto, Susy salió a recibirme con su resplandeciente sonrisa, metida en un vestido rojo que me contrajo la respiración y la respiración y la respiración...
En la sala estaba la otra chava... bueno, la otra mujer, porque habrá tenido unos 40 años... Me presentó diciendo a la mujer: "Mira él es Shu... Esch... Perdón, todavía no puedo pronunciar tu nombre"... - Se lo repetí mientras le daba la mano a su amiga y me acercaba para darle un beso en la mejilla... "Hola, mucho gusto..." "Thaly", - Adelantó en decir casi al tiempo que Susy me lo decía...
Para qué extenderme... A veces resulta muy aburrido querer devorar las líneas donde el sexo llena nuestra imaginación y morbo... Para qué, si además, a partir de esa introducción, a los pocos minutos de mi llegada sonó el timbre y al abrir Susy la puetra llegaban ¡otras dos de sus amigas!... Mmmta!... "Adiós Viernes de Sexo Tormentoso con Susy"... ¡¡¡Pero no!!!... Esas dos amigas, también de cierta edad, se me figuraban todas provenidas del "Club de las Viudas, Divorciadas y Solteronas"... Imagino que alguna vez las cuatro estuvieron casadas porque llegaron solas y sus edades eran como las nuestras, es decir, ya grandecitos... Pero la verdad, tres de las cuatro eran de rasgos finos, o al menos el maquillaje así las delineaban... Yolanda, la menos agraciada, era de facciones más... digamos, más tosquitas y su cuerpo llenaba sus pantalones negros con cierta presión; la otra mujer se llamaba Denise, pero ella llegó vistiendo una linda falda negra con enormes estampados geométricos muy coloridos que me encantó.
Yo no bebo un ápice de alcohol, pero las cuatro damas se servían copa tras otra al tiempo que yo degusté media copa de vino blanco; aggh!... amargo como la sávila, y muy mareador, eso sí.
Mientras la noche corría, las presentaciones y las historias platicadas pasaban de experiencias huracanadas, de sus hombres "depredadores", de sus familias o peor!, a las de política mal entendida. Las inhibiciones iban siendo cada vez más claras... Hábilmente, cada vez que el tema me aburría, yo lo ligaba a alguna especie de erotismo de celuloide o incluso de experiencias personales, porque las mujeres así lo extraían de mi "decente" conversar...
No mucho, yo no platicaba mucho, porque siempre alguna de ellas si no es que todas, tenían una vivencia similar al paralelo de mis intervenciones... Pero no me disgustó, el alcohol las estaba "desnudando" y las confesiones se fueron dando con toques deliciosos, piernas más abiertas por descuido, o acercamientos entre ellas y luego conmigo, que me despertaron un mundo de deseos y de imágenes fantasiosas, de recuerdos de trípticos juveniles y de las otras fantasías, las más recientes... las orgiásticas.
Toqué un tema... el Lésbico; de alguna manera las metí en ese tópico, y gustosas dejaron de lado las vanalidades, para adentrarse en la descripción de escenas, que así, sin más, Thaly representó con Denise, dándole un tierno beso en los labios diciendo al separarse que no existía nada de malo en expresar los sentimientos con el tacto o la expresión antagónica al poema de García Lorca,- la del beso preso-... Denise se quedó ahí, junto a Thaly y sus manos empezaron a recorrerla una vez que el botón fue apretado, desabotonando los otros, los de su blusa, hasta dejarnos al alcance de nuestras morbosas miradas ese par de senos suspirantes en la fina tela de su envoltura...
Las miradas entre los demás se cruzaron estrujantes y escrutadoras... Yo, que estaba sentado junto a Susy, me le quedé mirando, y estacionando la mirada en sus labios la obligué a acercarse más, se apoyó en mis piernas y me besó... OMG!!!... La reacción en cadena se suscitó y las caricias se dejaron ver, las mujeres frente a nosotros se besaban con desesperación lujuriosa y sin pudor alguno, como invitando a la participación grupal de cinco contra cinco... Al principio solo puse mi atención en Susy y pasando ¡por fin! mis manos debajo de la tela de su vestido, toqué y acaricié esas piernas a sabiendas de que las otras tres mujeres nos verían y también participarían... La bacanal se desató cuando Yola se puso detrás mío y me abrazó rodeándome metiendo sus brazos entre mi cuerpo y el de Susy buscando cerciorarse del calibre de mi ya para entonces muy destacado miembro... Cuando me besó la nuca yo levanté la falda de Susy y descubrí sus hermosas nalgas a la mirada de las otras dos y de todos; se hizo un "muégano" que poco a poco se quedaba con ropas semi-desnudas en un tocar y tocar y a veces sin saber a quién tocar... Entonces Susy besó a Thaly, Yola besó a Denise y yo quedé en medio implorando a la naturaleza para que en ese momento me dotara de los tentáculos necesarios que me hacían falta para acariciar a cada una de ellas que a su vez se tocaban, se medio quitaban la ropa y se metían los dedos por todos lados; se maturbaban, me bajaron el pantalón, me bajaron la truza y me masturbaban, encima de mí como las hienas sobre una sola presa... Buscaban mi pene, me besaban las nalgas y a veces impedían que yo besara, tocara o lamiera... De esa nada cómoda posición vertical en la que estábamos, caímos todos sobre el sofá y la música que habían puesto se me hizo mucho más sensual... Devez en vez se despegaban del mazacote y se formaban tríos, duplas, volvían a un cuarteto femenino y retornaban en busca de mi cuerpo que aún no estaba al desnudo por completo...
Hubieron besos, muchos besos, hubieron gritos, hubieron gemidos, hubieron jadeos deliciosos...
Me gustan las orgías y me excitan mucho las vivencias lésbicas, pero siendo el único hombre ahí, de plano no sabía a qué mujer atender... Repito, al principio solo estuve encima de Susy, pero luego me agasajaba con Denise y con Thaly, quienes parecían ser pareja... Yola como que quería más pene que vagina y me tuvo mucho tiempo en su boca que la de ella en las demás... Por cierto que Yolanda no se quitaba los grandes lentes de grueso armazón y aunque eso se me hacía muy erótico, estorbaban un poco al momento de que metía su cara en mi entrepierna... Ella parecía Psicóloga o algo así por su manera de comportarse y de vestir. Thaly parecía gringa y hasta se cargaba con pecas en el pecho, en la espalda y en la cara, mientras que Denise tenía unos rasgos levemente orientales que la hacían muy interesante por aquello de mis otroras fantasías... Todas ellas se habían depilado sus pubis, pero solo Denise se había dejado una línea de vello extremadamente delineado con cuidado.
Susy estaba Ok... pero Denise era la de mejor cuerpo, tal vez la de menos edad, por lo que el toque a su cuerpo y a sus curvas era en extremo excitante... Cuando estuvo encima de mí, Yolanda se le le puso por detrás y le lamió el ano abrazada a sus nalgas con desesperación, luego, Susy y Thaly se tendieron en el piso y formaron un 69 que terminó en un par de tijeras impresionante por la cadencia de sus torciones y el desenfreno de sus gritos... Yo: a punto de tener una retenida eyaculación que prolongaba como más podía, para acumular el mayor volúmen de semen y por ende darles más batalla a las 5 ninfas que ya escurrían saliva y jugos por todos lados.
Besé, lamí y empalmé a todas y a cada una; fue tal la velada. que ya empezaba a sentir arder mi glande y cuando lo revisé al ir a orinar, lo tenía muy inflamado y de un rojo intenso más que rosado... Así que cuando regresé, me fui sobre la de cuerpo más esbelto, la de la piel más pálida (Denise), y a horcajadas sobre su pecho, sin decirle nada le ofrecí mi pene para que se lo metiera en la boca y me dejé llegar porque el agotamiento me estaba llegando... Cuando me arqueé como un lobo fornicante, gesticulé y gemí de manera que las 4 mujeres adiviniaron lo que estaba por ocurrir, y cuando Denise se sacó mi pene de la boca, hice mi triunfal llegada con un mega orgasmo delicioso... Yolanda entonces se pegó a mi culo y entre Thaly, Susy y la misma Denise, se bebieron mi carga, se besaron entre las tres y se repartieron mi semen sedientas por la lujuria... Después de mis espasmos caí sobre Denise, me abracé a ella fuertemente y Thaly y Susy me prodigaban de besos y lamidas en mi cara... En ese preciso instante orgásmico, Yolanda me metía la lengua y los dedos por el ano, lo que originó tal advenimiento...
Caímos en un letargo delicioso, y nos quedamos dormidos en una montaña de carne y fluídos que tenía olor a mucho sexo... Obviamente yo estaba en mis 5 sentidos, pero ellas ya no. Como pude me enderecé, me safé del nudo, le di un agradecido beso a Susy, me levanté y me metí al baño a ducharme... Cuando salí, las cuatro estaban bien dormidas, la música se repetía de nuevo, y me salí para darle al aire una bocanada que necesitaba para reponer mis fuerzas... Me subí a mi auto y me fui.
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