...Me atreví y recurrí a FaceBook para tratar de localizar a quien mis ojos hicieron contacto desde los 12 años de edad...
FaceBook es una herramienta que el genio de Mark Zuckerberg creó para mi beneplácito, porque de otra manera y a la fecha, jamás la hubiera vuelto a ver.
Pero repito, me atreví y busqué... Pasó un largo mes sin noticia alguna, y aunque me extasiaba viendo las fotografías que habían en su cuenta, mi desilusión estaba a punto de sucumbir cuando por fin recibí respuesta a mi atrevimiento, y se restableció una comunicación tan genuina y hermosa como esa sonrisa que me había cautivado desde niño...

Nuestra comunicación rompió el himen del "olvido" y nuestros sentimientos empezaron a fluir de manera tal, que gestamos un reencuentro físico a través del epistolar que se había tornado intenso y renacido como la mismísima ave Fénix.

Cancún, Quintana Roo habría de ser el lugar de nuestro encuentro... Muchas palabras y muchas miradas que habían quedado encapsuladas en el limbo estaban próximas a recibir uno de los regalos más preciados y prometedores que nuestras fechas similares de nacimiento podrían obtener... A un lado intocable quedó el derrotero de nuestras vidas, y programamos un vuelo que decoraba la aparición de La Primera Luna en nuestro firmamento.

Octubre del 2011... El Amor de mi Infancia literalmente volaba de regreso a mi vida desde la Cd. de México y yo, aún a sabiendas de que no llegaría sola, no pude evitar seguir las consignas de mis impulsos y decidí ir al aeropuerto sin aviso, para esperar tan inquietamente como el párvulo que siempre fui...
Por supuesto que ella no sabría que ahí estaría yo, y mi nerviosismo me jugaba ciertas negativas imposibles de ignorar...
¿Cómo me recibirán sus ojos?...
¿Me reconocerá?...
Y su corazón... ¿Cómo latirá?...
¿Sus funciones sentimentales me aceptarán?...
Y hasta en lo más banal... ¿Cómo vendrá vestida?...
¿Llegarán a tiempo y no se adelantará o atrasará su vuelo?...
¿Cómo luzco yo?...

Muchos, muchísimos años ya se habían ido... Michelle había formado una feliz familia y yo también, y ella, además, acababa de ser feliz abuela...
¿Podré tocarla?...
¿Me lo permitirá?...
¿Mi timidez la alejaría de nuevo?...

Tantos cuestionamientos me hice, ¡tantas tonterías pensé!... Pero ahí estaba...
Bajé del auto para tener una clara visión de su figura, sin estar plenamente seguro de que nos pudiéramos reconocer...
Pero el sentimiento tan fuerte y poderoso ya se había vuelto a desatar y mi corazón me lo decía... Mis ojos lo supieron desde el momento en que a los lejos distinguí a cuatro mujeres (¿o tres?), tirando de sus maletas, y listas no lo sé, tal vez para pedir un taxi.

Blanco... de blanco llegó y de blanco se llenaron mis ojos entre la emoción y la excitación de aquél momento... De inmediato todo parecía un velo en mi pensamiento porque el nerviosismo no registraba nada más que rodeara a esa mujer... Me pareció extremadamente bella, muy lejos de la chamaquilla de mi fugaz infancia y de mi desordenada adolescencia...
La edad adulta me había llegado y sin embargo, las mismas sensaciones creí que se repetían... solo que los años transcurridos me hicieron sobreponer a mi taradez de antaño...
Crucé la calle, me le puse enfrente y ante su angelical asombro sus amigas fueron eclipsadas y nos trabamos en un delicioso abrazo que hasta el momento no puedo saber de su longitud...
Quise quedarme ahí, quise llevarla por las nubes y aunque sus amigas insistieron en que tomarían un taxi, por supuesto que me negué, volví a la Tierra y les ayudé con sus equipajes.

No habría expectativa de desaparecernos para platicar a solas y las conduje hasta donde se habrían de hospedar... Un departamento en los edificios detrás de Plaza Kukulcán que, como para romper con el embeleso mutuo -porque así lo sentí en ella- se llevó mi concentración por tener que meterme por una ventana para poder abrirles y terminaran de llegar porque la llave no estaba por ahí. ...Y contra mi voluntad, tuve que despedirme momentáneamente y las dejé.

El Caribe estaba por recibir la entrada del Huracán Thomas... De hecho, ya había llegado el huracán a mi alma, pero en lo que respecta a los caprichos de la Naturaleza, hasta parecía que se iba a entrometer y posponer ese tan esperado encuentro, cosa que afortunadamente el Universo no permitió y ahí estábamos, Michelle y yo, intercambiando miradas, y pese a los compromisos familiares que dejé a un lado, orquestamos un regreso mío hasta el complejo turístico aquél, para la noche.

Después de cumplir con mi trabajo me enfilé hasta donde se hospedaban las viajeras, grandes amigas entre ellas por cierto.
Yo hubiera querido salir del complejo de departamentos. Las condiciones del clima no eran las más propicias, pero ahí estuve, "sharp as a knife" y para guarecernos de la llovizna, Michelle y yo nos sentamos bajo una gran palapa, donde pasaban huéspedes de todas las edades que bloqueaban mi necesidad por estar a solas y desprenderme de mi estúpida coraza.

Sin embargo, estuvimos más cerca que nunca; una total apertura se estaba dando y ya nuestro contacto se sentía muy muy muy diferente. Nos besamos como adolescentes y la tuve por fin tan cerca, que percibí en su respiración esa sensualidad que tanto necesitaba... Yo, lo sentía en mi cuerpo, en mi corazón, en mi cabeza y en todo mi ser... Mi brazo izquierdo la rodeaba y mi agitación también se apoderó de mí cuando su blusa me obsequió una pérdida de aliento deliciosa y ahí, sin importar el lugar, la situación o la gentuza, Michelle me mostró visualmente su palpitar, tan embriagadoramente sensual como lo hizo, me mostró sutilmente uno de sus senos. Un instante fue suficiente, un instante que siguió desembocando una pasión retenida por el tiempo y el Destino mismos... Pero y otra vez, no era ni el lugar ni el tiempo que necesitábamos, y mi osadía venció a mi cobardía; al día siguiente mi niña, mi fantasía y mi ilusión, habrían de terminar con la abstinencia absurda de mi ser.

La Finca

...Y así fue... Se dio, vino y se fue; el pasado ingenuo, infantil e indeciso, se evaporó detrás de los besos y las caricias siempre añoradas, siempre soñadas y jamás visualizadas como probables...
Las amigas de Michelle se quedaron con un palmo de narices porque fui por ella y la secuestré. Tomé camino un tanto desconocido por nunca transitado y al frente de la gran avenida que lleva a la Ciudad de Mérida ahí estaba, La Finca. La Finca es un nido sexual al que la vista de mi indiscreción se dirigía cada que pasaba rumbo a Yucatán, pero cerca, muy cerca de la ciudad de Cancún.
El Sol estaba muy contento pero seguía respirando el nerviosismo que hizo que ese cielo azul se transformara en gris, solo que esta vez ese gris tenía el tono de una obra de arte pictórico.
Tulipanes fue nuestra habitación y no mucho después, cayó un torrencial aguacero que jamás fue ruidoso sino que se sintió como un fondo muy romántico y musical, tema de un tercer capítulo de sensaciones de celuloide al más puro estilo de Franco Zeffireli... Una auténtica Historia de Amor jamás contada.
Obviamente el nerviosismo de "la primera vez" lo respirábamos ambos pero a decir verdad, yo sentí a Michelle mucho más asentada, más decidida, y con un aplomo de convicción absoluta al recibir los designios de un Universo tan caprichoso y casi casi cruel en el pasado.

Como todos los eventos importantes en mi vida, las escenas reales me parecen como sucede en los etéreos sueños; las vivo a tope, pero se sienten tan vaporeas e intangibles como en esos sueños... Juro que quisiera haber seguido escribiendo mi Diario porque hubiera dejado plasmado a palmo el significado de cada una de las sensaciones que estaban pasando por mi cuerpo y por mi mente, embotada ésta por un dejo de incredulidad...

Michelle estaba ahí, conmigo. Michelle, su alma y mejor aún, su cuerpo, mismo que solo había rozado apenas por mi inmadura timidez...
Ella, como mujer, es mejor que yo y que aquellos los de mi especie y género en el detalle.

El detalle, repito, permanece como entre nubes, algodones y delicadas sábanas blancas de satín...
La frescura y el colorido tan especial de las flores cuando nos asomamos a ver el diluvio ha quedado impregnado en mi retina y me es muy significativo, tan especial, como cuando llovía a cántaros y yo me asomaba para ver su casa a contra esquina del terreno baldío que nos separaba entre el granizo, el agua y la alfombra de chapulines saltarines a nuestro paso, subtitulados con la música de Pat Boone o de Enqrique Guzmán...
Pat Boone y Enrique Guzmán hoy ya son historia, sin embargo su música y sus voces han quedado en la corteza del corazón y de mi cerebro, que cada vez que los escucho me siguen inspirando a amarla más.

En La Finca no había más música que el "escándalo" rítmico de la lluvia, y de seguro, si hubiera habido música, hoy sería como las hojas de mi Diario y me harían repasar paso a paso cada paso y ritmo de nuestros besos y de nuestros abrazos... Abrazos y besos que nos fueron desnudando y que fueron dando caricias a nuestros cuerpos... Y éso, éso es imposible de bloquear.
Por vez primera los dos nos vimos cuan desnudos literalmente de cuerpo y alma... Nos dimos como debimos haberlo hecho atrás, pero que seguramente no era como tenía que ser, porque el Destino ya nos había conducido hasta este nuevo encuentro, el de la Pasión, el de la Entrega y el del Amor.

Amor no es como se cree que es... Amor es lo que los dos hemos vivido, atesorado y apadrinado por el otro amor, el que nos hizo formar nuestras respectivas familias.
La semilla estaba "encriptada", para utilizar el término más apropiado a esta época de tecnología secreta que propició el riego y el cultivo de la siembra.

La besé, la abracé, me besó y me abrazó... Nuestros cinco sentidos dieron rienda suelta a la necesidad y al deseo retenidos...
Y nos dimos, le di, me dio... La toqué, me tocó... y pude de una vez por todas, penetrar en su humanidad en el más dulce de todos los eventos...
Hicimos El Amor.







3 Comentarios

Comentarios de los lectores


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1 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Con todo respeto, me tomé el atrevimiento de darle unos toques a tu relato.

"Al fin Tuve a mi Vecina"

...Era Otoño, mi época preferida. Cuando subía las escaleras rumbo a mi apartamento, venía bajando ella, mi vecina, con su característica seriedad y su buen gusto en el vestir. Llevaba un vestido café, chaqueta y una bufanda de colores. Debo aclarar que ambas somos amas de casa y llevamos mas de 3 años como vecinas...

Pero ese día fue especial pues ella me dijo que quería invitarme un café. Acepté desconcertada, pues no hablaba tanto conmigo. "Cuando deje a los niños en la escuela paso a tu casa". -Contesté. Ella sonrió y dijo: "Te esperaré". -y le dije: "Qué más da, ¿quieres ir con migo?, anda". -Ella contestó: "¡Claro!; por qué no, vamos".

En el camino me contó que su esposo la habia engañado y que estaba triste. -Le dije: "Calma, así son ellos, no hay nadie que no lo haga hoy en día. Hazle lo mismo, en Internet conocerás chicos o chicas, jajaja!". Entonces me dijo: "Sí, hay que probar cosas nuevas... ¿Tú has estado con alguna mujer?". -"¿Yo?". "Claro que no, en realidad solo bromeaba" -Respondí. ..."Pero sí me gustaría probar" -Bromeé. ...Entonces hizo lo que no esperaba, puso su mano en mi pierna y me puso nerviosa... "Hay que hacerlo cómo, ¿en el carro? -le pregunté. "No". Vamos a mi casa" -Respondió.

No sentí ni cómo manejé hasta casa con sus manos acariciando mi entrepierna... Cuando subíamos las escaleras, no me pude contener y le agarré una nalga; se sonrió y dijo: "¡Me calientas!"... Al entrar a su casa me puso contra la puerta y empezó a besarme el cuello mientas sus manos trataban de llegar a mi muy húmeda vagina, y yo ahí, sin poder moverme. Entonces mis manos empezaron a acariciar sus pechos y sus muy redondas nalgas y me sentí muy ardiente; empecé a quitarle la ropa. ...Entonces ya no era ella era yo quien no aguantaba las ganas de tomarla y cogérmela toda.Y así le rompiéndole el vestidito, le agarré los pechos y puse mi boca en su muy mojada vagina. Era como si ya me estuviera esperando... Le metí mi lengua succionando sus jugos y me encantaron sus gemidos pidiendo más. La volteé y le di unas nalgadas, la puse de rodillas e hice que me lamiera la toda la vagina; le agarré los pechos y le dije: "Ahora eres mía, así que date vuelta", y le metí mi lengua en su ano. Gritó tan excitada que mientras le chupaba su ano, mis manos exploraban sus pechos y su vagina hasta que me dio más y más jugos.

Estuvimos haciéndolo casi toda la mañana hasta que acabamos de tan cansadas que estábamos. Lo mejor, es que hice todo lo que miraba en aquellos videos de Lesbianas en Internet y aún sigo cogiendo con mi vecina.



Voloración de la obra: 5

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2 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Hola Fantaciakles,

Como ya lo comenté, me gustó mucho tu experiencia, y si lo deseas, aunque no soy una eminencia, yo te ayudo un poco en la redacción y la ortografía.

Tal vez tu idioma natal no es el Español, pero con gusto y sin compromiso alguno, me gustaría darte una mano.

Espero recibir tu respuesta... Ya tengo la versión de tu relato con el manejo de la redacción recomendable.

Sinceramente:
Hypersexual.

Voloración de la obra: 4

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3 ) Enviado por: Hypersexual el 21/03/2018 a las 19:06:14

¡Me gustó mucho tu relato mujer!...

Muy corto pero tal y como te llegó a tu puño.
Voy a buscarte más seguido dentro de este rubro que me llena las pupilas... y algo más.

Voloración de la obra: 4

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