...En realidad nunca compramos los Tenis Nuevos...




(Tenis Viejos)...

Pasé por mi novia para ir a correr al parque... Contra mi costumbre llegué 10 minutos tarde porque anoche cayó un tormentón y los tenis que acababa de lavar hace dos días se mojaron en el balcón donde se supone cuando llueve no cae agua, pero esta vez la lluvia cayó de sur a norte, y pues tuve que meterme al clóset, jeje, para sacar un par de tenis viejos y a los que tuve que tejer las agujetas que no tenía. Bueno todo este rollo hizo que saliera esos 10 minutos más tarde y para cuando llegué a su casa Marilú ya me esperaba afuera...

Con todo y el aguacero el sendero no tenía charcos, aunque la tierra estaba húmeda pero no lodosa. Antes de empezar a trotar caminamos unos 600 metros para calentar y en ese inter nos rebasaron todos los que normalmente corren ahí, y uno que otro rostro nuevo; uno de ellos al rebasarnos nos dio los buenos días muy amigablemente... El tipo llamó nuestra atención porque iba enfundado en unas licras negras como de ciclista que remarcaba un mega trasero, característico de las personas de ese tono de piel; el tipo nos pasó de volada y se perdió en la siguiente curva.
Apenas desapareció, volteé a ver a Marilú, porque noté que había seguido con la mirada la figura aquella... No es que sea yo muy celoso, pero sabía que ese tipo de personas jala las miradas de las mujeres y ella no fue la excepción. Para cuando empezamos a correr el tipo nos volvió a dar alcance en el circuito a la altura de la Aguada y nos volvió a saludar... Mmm... Se me figuró que esa no era una situación muy regular, y volví a mirar a Marilú de reojo quien lo volvió a seguir hasta que se perdió otra vez.

No está por demás mencionar que a Marilú le atrae la gente de chocolate y como que aquél cuerpo atlético le dejó medio impresionada... Total, dimos dos vueltas al circuito, y para cuando dimos por terminada la sesión, salimos del parque, y qué creen... El morenazo aquél estaba en el estacionamiento haciendo no sé que en la cajuela abierta de su carro. Mi carro estaba en la fila de enfrente al de él y, ni tardo ni perezoso, el tipo se nos acercó e hizo plática. Mi novia es muy atractiva, tiene un lindo cuerpo y como para correr la mayoría nos ponemos licras, ella iba con unos pants muy ajustados que le quedaban dibujados... Ah! claro!... Con razón tanto saludo!... El cuate cerró la cajuela y se nos acercó; el enorme trasero cubano que se cargaba mostraba al frente (que no habíamos visto), un paquete compreso en la licra, pero que no dejaba mucho para la imaginación de lo tan bien dotado que se veía. Cuando se acercó nos tendió la mano y nos dijo su nombre, - "Hola, soy Ulises" - El tipo me usó de pretexto porque nos dijo que era distribuidor de ropa deportiva y que se había fijado en mis deteriorados tenis, así que se ofreció a mostrarnos algo de lo que promovía. La mirada de Marilú iba de su cara al paquete aquél y regresaba, yo hacía lo mismo inconscientemente, pero fui también muy amable y le pregunté si traía la mercancía en su carro; dijo que no, que los tenía en su casa, pero que vivía no lejos de ahí. Nos hizo su comercialote, y la verdad, la ropa deportiva que vestía se veía de muy buena calidad. Siguió con su "mercadotecnia", y nos convenció a que si teníamos tiempo, lo siguiéramos hasta su casa y ahí nos mostraría los productos.

Marilú se mostró muy interesada -claro- y señalando mis porquerías de tenis, me animó para que los fuéramos a ver... Y lo seguimos. En el trayecto de algunas cuadras Marilú no pudo quedarse callada y me comentó que el tipo parecía muy bien dotado. Asentí pero no me encelé otra vez, por el contrario, me entró una extraña sensación con su comentario y quise ver hasta dónde el tipo se le iba o no a lanzar a mi chava, no obstante mi presencia.

Llegamos a un edificio, subimos hasta un tercer piso siguiendo los pasos agigantados de Ulises, mirando irremediablemente ese firme trasero. Abrió la puerta y entramos a un departamento que olía bien y estaba muy arregladito; adiviné que vivía solo, nos pidió que nos sentáramos en la sala, nos ofreció agua y se metió a otra habitación de donde sacó una maleta con montón de zapatos tenis y de playeras Dry-Fit. Nos preguntó nuestras tallas y el cuate se sentó al frente... Sí que se le veía grande!.
Que esto, que lo otro y Zaz! le soltó lo atractiva que era mi novia - "Con todo respeto" - dijo.

No me sentí ofendido, por el contrario. Mi novia y yo somos de mente muy abierta y de hecho ya alguna vez habíamos platicado de nuestras fantasías, casi todas secundadas por uno y otro, y una de ellas... era un trío. Tal vez se lea cínico, pero creo que los dos estábamos en la frecuencia de que ese encuentro no era una mera casualidad... Cruzamos varias veces miradas y hasta sonreíamos como leyendo nuestras mentes, y empecé a sentir una erección; las mejillas de Marilú se enrojecieron y creo que nos dimos luz verde para propiciar ese trío que estaba tan latente.

Marilú no le apartaba la mirada a Ulises y permití que él se le acercara para ofrecerle algunas prendas que ponía al frente de ella rosándole los hombros muy inteligentemente, luego le ceñía las playeras rodeándola por la cintura y haciendo que Marilú respirara más aceleradamente... Ulises le dijo que se podía medir la ropa si quería, se puso detrás de ella y repitió la operación de presentar la playerita y ceñírsela desde atrás, pegándole el bulto aquél al trasero de mi novia... Suficiente.

Yo estaba sentado, pero me paré, me puse frente a mi novia, me acerqué y la besé para darle luz verde al cuate. Ese era el pasaporte para que Ulises hiciera lo que hizo... La rodeó por la cintura y le besó el cuello al tiempo que el trasero de Marilú se le iba para atrás para sentir más lo que ya para entonces también era una reverenda erección.
El beso que yo daba a Marilú se hizo muy acuoso, ella estaba muy excitada y empezó a moverse para adelante y para atrás... La tomé por los senos, los apreté y luego le pasé la mano por su sexo para sentir qué tan excitada estaba; lo estaba, se sentía muy húmeda y caliente y ya no hubo más espacio en ese emparedado de carne de chocolate-vainilla-chocolate.

Las cuatro manos, los cuatro brazos iban y venían por todos los puntos cardinales de la anatomía de mi novia... La fantasía no lo era más, y la realidad se apoderó de una escena digna de ser videograbada.
Nos calentamos mucho los tres, Ulises parecía muy experto en esas lides y los pants apretados de mi novia no impidieron que las manos de los dos se deslizaran entre las telas de sus pantys y la de los pants. Supe que Ulises le había metido los dedos a mi novia, por la forma en que ella se retorcía y la manera que sus manos me apretaban... Ulises sacaba los dedos y se los chupaba, no se los estaba metiendo desde atrás en la vagina porque yo la tenía ocupada con mis propios dedos, así que más calentura me dio imaginando que se los estaba metiendo por el ano; repito, se chupaba los dedos y luego se los ponía a mi novia en la cara para que también se los chupara. Los pants cedieron a las manos de la misma Marilú quien los bajó de un tirón, liberando sus hermosas piernas a nuestra lujuria. Los tres seguíamos de pie, yo disfrutando de sus pechos sensibles y de su vagina que ya estaba muy mojada, y aquél, de su espalda, de su cuello, de sus nalgas y de su culo. Pero yo quería gozar de eso también y giré suavemente a mi novia para interpolar posiciones, hecho que a ella habrá de haberle maravillado y agradecídome, porque entonces tuvo frente a sí un enorme pene que gritaba por ser también liberado. Cuando me pegué a las nalgas de mi novia me bajé el short y le hice sentir lo mío, que ciertamente no era tan de descomunales dimensiones, pero que "no cantaban mal las rancheras"... Le hice sentir cuán excitado estaba metiendo mi pene entre sus piernas y acercándolo a su culo; y ella, ante la semi desnudez que nos encontrábamos los dos, tiró del short de Ulises con dificultad, y dejó resortear aquello, enorme, brillante, precioso y con un glande que estaba tan mojado como el mío. Marilú se prendió de él; al principio no, pero la intensidad hizo que luego le plantara un beso prolongado cuyas lenguas chasqueaban de tan salivosas... Ulises emuló mis acciones y le chupó los pezones mientras sus dedos se abrían paso por su deseado y dedeado pussy; se los tallaba, se los metía, y otra vez se los daba a chupar.

Mi novia y yo estábamos impresionados con el cuerpo de aquél individuo fornido... No es muy común, pero tenía el pecho completamente liso; no sé si se afeitaba o era lampiño, o como yo, se afeitaba, todo, pubis incluído. No tenía vello en ninguna parte de su cuerpo y fue el agasajo de mi novia y por qué no decirlo, del mío también, ya no era el único afeitado ahí. Mi novia también se afeita a petición mía y su vagina parece de niña, con sus labios ocultos como me enloquecen y al parecer, a Ulises también, quien ahora le volvía a meter los dedos y se los volvía a chupar. Ambos le dimos de probar a mi novia de sus exquisitos jugos y ella jalaba de la verga de Ulises como queriendo que la penetrara.
Entonces Ulises se apartó y nos dijo que podríamos estar más relajados en su recámara y lo seguimos. Su cama de sábanas verdes estaba destendida, tomó a Marilú y suavemente la recostó; entonces me pidió con señas que la penetrara, así de plano. Yo estaba segurísimo de que Marilú quería meterse a la boca tan suculento manjar, pero hasta el momento solo le subía y bajaba el prepucio, dejando y cubriendo ese rosado y chorreado glande a su vista.

Al parecer a Ulises le gustaba ver, porque se quedó parado a un lado de la cama, mientras Marilú y yo nos besábamos, nos abrazábamos y nos fajábamos con lo que quedaba de nuestras ropas puestas. Mi novia abrió las piernas se talló y me citó... Subía y bajaba su cuerpo en espera de mi estocada, pero no soltaba el falo de Ulises mientras ésto hacía... Tampoco dejaba de mirar su pene y como quedamos en la orilla de la cama se arrastró y por fin, ante la cercanía, abrió su boca y se metió el pene en ella después de darle uno y otro y otro lengüetazos por todo lo largo que me aguaron la boca... Palabra que eso me prendió aún más y fue cuando le dije que se lo mamara!... Yo levanté la vista y vi que Ulises estaba con los párpados de los ojos bien apretados gozando casi casi en individual.
Los tres estábamos a mil, Mi novia se sacó la verga de la boca y me balbuceó que ya, que ya la penetrara!, - demandó!, gritó! - Yo no quería que la excitación me llevara a una urgida eyaculación, así que entraba y salía de la vagina de mi novia, pero no dejaba de ver y escuchar los sonidos del placer de aquel sexo oral tan cerca de mí...
...Y no lo pude soportar, Ese enorme pene estaba tan cerca de mi cara, que besé a mi novia mientras aquello estaba dentro de su boca, por lo que también lo sentí... lo toqué, lo acaricié y llenándome de valor, estiré mi brazo, agarré el glúteo izquierdo de Ulises, se lo apreté, lo atraje a nuestras caras y entre los dos, entre mi novia y yo, compartimos de su pene, que chorreaba y chorreaba; lo sacaba de su boca y lo metía en la mía alternadamente con desesperación... Ufff!!!... Todo el mundo debería tener una excperiencia así!... Su sabor era como besar a mi novia y mezclarlo con el sabor dulzón de su pre-semen que adivinaba ya quería colapsar y dejar explotar un semen que ambos, mi novia y yo seguramente ya queríamos saborear.

Ahora que lo escribo, estoy que no quepo en mí - literalmente - Quisiera repetir el momento, porque el momento ha sido irrepetible...
Ulises se arqueaba, Ulises gemía, Ulises jadeaba... Y qué decir de nosotros dos que estábamos viviendo en tiempo real una fantasía que siempre nos la mencionamos como algo que ahí se habría de quedar, pero no, mi novia y yo estábamos haciendo un trío monumental y compartíamos el cuerpo de un Adonis de cuento como nos lo recetó el doctor al tiempo de que yo entraba y salía de Marilú
Ulises parecía querer llegar en nuestras bocas, nunca quiso cogerse a mi novia, solo estaba gozando de un sexo oral que al momento era épico...
Mi novia y yo alternamos pene y besos, besos y pene... Penetraba en Marilú, me salía, le ponía mi pene en el vientre, le tallaba el clítoris con la cabeza, me arqueaba, se lo volvía a meter, nos besábamos ardientemente y de pronto, por fin llegó, cuando ese enorme, erecto rígido y arqueado falo estaba dentro de la boca de mi novia, Ulises se vació con un animal grito, casi ahoga a mi adorada novia, así que tiré de su cabello con firmeza y separé su cabeza para sacarle el falo de la boca... éste seguía eyaculando!... Me atreví a metérmelo así a mi boca, no era la primera vez que un vital líquido viscoso como ése estuviera entre mis dientes y antes de que concluyera Marilú y yo nos besamos, dejamos escurrir el litraje aquél, nos embarramos resbalosamente y nos lamimos la cara esparciéndolo sin recato por nuestras mejillas y por toda nuestra cara.
...De pronto, el enorme falo languideció , perdió su rigidez y tamaño pero la excitación de mi novia y mía no, así que ella se olvidó del Cubano, me tomó de las nalgas y me apretó contra ella para no dejarme salir y seguir retorciéndose vertiginosamente... Fueron momentos de suma excitación y otros tantos después, tuve la feliz eyaculación que ya no soportaba retener...
De inmediato mi novia me separó y se hincó apresuradamente en la cama para también hacer la labor de limpieza con mi pene, lamiéndolo y sorbiendo el semen para compartírmelo en resbaloso beso como nos gusta... - De dos sabores -, me dijo.

Nos invadió la vergüenza... Parece absurdo, pero luego de lo que vivimos, mi novia y yo nos dimos un duchazo, nos vestimos y por supuesto que no le compramos nada a Ulises; él nos esperaba sentadote en la sala, seguía desnudo y se jalaba como queriendo recuperar su rigidez. Pero ya no pudo, le dimos las gracias, nos despedimos y nos fuimos como huyendo, jeje... Tal vez en la siguiente...






3 Comentarios

Comentarios de los lectores


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1 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Con todo respeto, me tomé el atrevimiento de darle unos toques a tu relato.

"Al fin Tuve a mi Vecina"

...Era Otoño, mi época preferida. Cuando subía las escaleras rumbo a mi apartamento, venía bajando ella, mi vecina, con su característica seriedad y su buen gusto en el vestir. Llevaba un vestido café, chaqueta y una bufanda de colores. Debo aclarar que ambas somos amas de casa y llevamos mas de 3 años como vecinas...

Pero ese día fue especial pues ella me dijo que quería invitarme un café. Acepté desconcertada, pues no hablaba tanto conmigo. "Cuando deje a los niños en la escuela paso a tu casa". -Contesté. Ella sonrió y dijo: "Te esperaré". -y le dije: "Qué más da, ¿quieres ir con migo?, anda". -Ella contestó: "¡Claro!; por qué no, vamos".

En el camino me contó que su esposo la habia engañado y que estaba triste. -Le dije: "Calma, así son ellos, no hay nadie que no lo haga hoy en día. Hazle lo mismo, en Internet conocerás chicos o chicas, jajaja!". Entonces me dijo: "Sí, hay que probar cosas nuevas... ¿Tú has estado con alguna mujer?". -"¿Yo?". "Claro que no, en realidad solo bromeaba" -Respondí. ..."Pero sí me gustaría probar" -Bromeé. ...Entonces hizo lo que no esperaba, puso su mano en mi pierna y me puso nerviosa... "Hay que hacerlo cómo, ¿en el carro? -le pregunté. "No". Vamos a mi casa" -Respondió.

No sentí ni cómo manejé hasta casa con sus manos acariciando mi entrepierna... Cuando subíamos las escaleras, no me pude contener y le agarré una nalga; se sonrió y dijo: "¡Me calientas!"... Al entrar a su casa me puso contra la puerta y empezó a besarme el cuello mientas sus manos trataban de llegar a mi muy húmeda vagina, y yo ahí, sin poder moverme. Entonces mis manos empezaron a acariciar sus pechos y sus muy redondas nalgas y me sentí muy ardiente; empecé a quitarle la ropa. ...Entonces ya no era ella era yo quien no aguantaba las ganas de tomarla y cogérmela toda.Y así le rompiéndole el vestidito, le agarré los pechos y puse mi boca en su muy mojada vagina. Era como si ya me estuviera esperando... Le metí mi lengua succionando sus jugos y me encantaron sus gemidos pidiendo más. La volteé y le di unas nalgadas, la puse de rodillas e hice que me lamiera la toda la vagina; le agarré los pechos y le dije: "Ahora eres mía, así que date vuelta", y le metí mi lengua en su ano. Gritó tan excitada que mientras le chupaba su ano, mis manos exploraban sus pechos y su vagina hasta que me dio más y más jugos.

Estuvimos haciéndolo casi toda la mañana hasta que acabamos de tan cansadas que estábamos. Lo mejor, es que hice todo lo que miraba en aquellos videos de Lesbianas en Internet y aún sigo cogiendo con mi vecina.



Voloración de la obra: 5

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2 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Hola Fantaciakles,

Como ya lo comenté, me gustó mucho tu experiencia, y si lo deseas, aunque no soy una eminencia, yo te ayudo un poco en la redacción y la ortografía.

Tal vez tu idioma natal no es el Español, pero con gusto y sin compromiso alguno, me gustaría darte una mano.

Espero recibir tu respuesta... Ya tengo la versión de tu relato con el manejo de la redacción recomendable.

Sinceramente:
Hypersexual.

Voloración de la obra: 4

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3 ) Enviado por: Hypersexual el 21/03/2018 a las 19:06:14

¡Me gustó mucho tu relato mujer!...

Muy corto pero tal y como te llegó a tu puño.
Voy a buscarte más seguido dentro de este rubro que me llena las pupilas... y algo más.

Voloración de la obra: 4

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