El Pintor no era de brocha gorda; cuando estaba en el Oasis dábamos talleres, yo de TKD y él de Pintura.
Él es un Cubano (ya se fue a Cuba), que no le importaba platicarme de que iba al cinito a mamar vergas y eso me calentaba.
En un relato menciono que entraba a mi oficina y me calentaba mucho.
Una vez fui a su casa y me mostró un video VHS donde se lo cogían y no se le veía la cara...
Usaba el cabello largo en cola de caballo y esa vez me calenté tanto que notó que estaba yo excitado y me dijo que si quería me masturbara y lo hice.
En otra ocasión me contó que le gustaban los chavitos y me invitó... Fui e hicimos un Trío.

Fueron algunas visitas al Pintor, antes de la primera vez que me masturbó y me lo cogí.

Siempre iba para que me platicara de lo que hacía en el cinito, y de hecho, yo ya lo había visto ahí, porque me calentaba tanto, que procuraba ir los Miércoles a ver qué veía.
Dejaba a mi esposa a uno de sus constantes "Cursos" y "Seminarios" cerca del cinito, y en una de esas veces que lo vi, el cuate se sentaba junto a alguien, se la mamaba y cuando los vaciaba, se cambiaba de lugar para vaciar a otro, y a otro y a otro y a otro... Una vez le conté cinco, incluyéndome a mí.
Creo que nunca supo que me la mamó a mí, porque estaba muy obscuro y yo me tapaba la cara cuando prendían las luces, además de que jamás me comentó nada.
Total, logré que me invitara a ver videos porno (no tenía compu), corría las cortinas de su Depto, quitaba las telenovelas, y me ponía los videos.

No sé si me estaba seduciendo, pero el caso es que me platicaba éso, de que le gustaban los chavitos de menos de 20, y claro, se me paraba la verga; al principio evitaba que se notara, pero después quería que me viera y que de él saliera que me lo quisiera mamar...
Con el pretexto de la pintura iba yo a visitarlo, pero casi siempre terminaba mostrándome esos videos; era yo quien lo orillaba a que lo hiciera, yo quer{ia desnudarme frente a él, pero no podía decírselo, así que utilicé la Psicología aplicada, lo fui llevando lo fui llevando y zap!, se dio que una de esas veces platicáramos de lo que hacía con los chavitos y me presentara a uno.

Para que se pudiera dar ese Trío, hubimos de tener algunos encuentros donde le encantaba ver que me masturbara con sus anécdotas, y como quería que me viera desnudo, en una de esas veces también se desnudó y,... de verdad que tenía unas lindas, apetitosas y femeninas nalgas, lisitas lisitas y muy blancas que me hicieron sucumbir y se las tuve que tocar... Nunca le dije que en el cinito y en la penumbra ya me la había mamado... Ese secreto se me hacía mucho muy excitante.

Y ahí estuvimos... bajó las cortinas, puso a correr un video porno y esperó a que yo tuviera una gran erección, hasta que por fin lo hizo, me tocó, lo toqué y nos dimos satisfacción mutua con la boca.
El Pintor es de los llamados "pasivos", es decir, le gusta mucho hacer sexo oral y ofrecer sus nalgas... Creo que yo soy igual.
Antes del Trío, una noche el Pintor y yo lo hicimos... (Crees que por ahora no recuerdo su nombre?)...
Nos tocamos, nos masturbamos... y me ofreció sus blanquecinas nalgas... Imposible negarme, cero sensualidad y todo putería me las dio, fue por unos condones y me lo cogí, perdía yo piso y me lo cogí-
No puedo negarte que para mí penetrar a un hombre no me gusta, pero esa vez, me estaba cogiendo unas nalgas de mujer!...
Y sinceramente te digo... Me gustó hacérselo porque el tipo lo disfrutó como pocas veces vi a nadie disfrutar de su cuerpo...
...Pero algo pasó que me sacó mucho de onda... Luego de cogérmelo y venirme, el Pintor se salió, me tomó de la verga y no dejó que se me bajara porque me la mamaba y extirpaba hasta la última gota de semen que llevaba yo... pero de pronto se detuvo, se tocó el pecho y casi se desmaya.
Me levanté, me asusté mucho y se sentó en la silla donde nos retorcíamos de placer unos momentos antes...
Me dijo que había olvidado tomar no sé que medicamento y al cabo de un rato de susto y frustración (porque me iba a coger), opté por disculparme y cuando estuvo mejor, me fui.

Después de el susto de aquella noche, dudaba yo de ir a verlo otra vez, pero había quedado pendiente el que me presentara a uno de los chavillos a los que invitaba para hacerles sexo oral.
Y ahí estuve, cuando el día empezaba a hacerse cómplice desapareciendo los rayos del sol.
Muy nervioso Toqué el timbre de su departamento y se asomó listo con la llave de la reja.
Me la arrojó y subí los escalones de dos en dos, con la respiración de dos en dos.

Cuando entré al departamento estaba el Pintor y un chavito como de 20 años viendo la tele, El pintor me había platicado que le gustaba mucho mamársela a ese chavito, porque se transformaba todo y le encantaba venirse en su boca. A su vez le había dicho que yo quería conocerlo, porque también se la quería mamar y claro, los dos gandules lo teníamos muy nervioso.
Siguieron con la televisión prendida en las telenovelas y yo estaba desesperándome porque sentía que el tiempo se iba inútilmente, y hasta llegué a pensar que todo se enfriaría y nada pasaría.
Pero no, otra vez la atmósfera se fue encendiendo, el Pintor puso sus videos y yo me quedé sentado junto al chavito...
El pintor esperaba solo vernos y ver que yo se la mamara para que constatara la fogosidad de tan imberbe escuincle y de plano dijo que si queríamos, podríamos desnudarnos. Entonces, medio contagiado por su timidex estiré la mano y empecé a tocarlo sobre el pantalón... Wow, el mentado chavito estaba muy bien dotado y no iba a dejar que se me fuera así la noche. Mi "experiencia" pudo más y le bajé el cierre, le bajé los pantalones y me hinqué entre sus piernas... Mientras yo hacía ésto, con una mano le agarraba el pene y con la otra me bajaba los pantalones como podía.
Me causaba una excitación muy especial que el chavito solo se dejaba y empezaba a gesticular como cuando alguien come picante y se enchila...
No hacía nada, no tocaba, pero el Pintor sí se tocaba sin bajarse los pantalones con los ojos desorbitados viendo el show.
Arrimamos la silla contra la pared y me metí ese enorme y joven pene a la boca hasta su mango, mientras mis manos acariciaban el costado de sus muslos... Hacía un calor enorme, como el que ahorita hace, no había aire acondicionado pero la cortina corrida se movía con el aire.

Para cuando estaba yo en medio de las piernas desnudas del chavito, el Pintor se nos acercaba cada vez más, pero no intervenía; parecía que estuviera viendo uno de sus videos y su pene ya había crecido como para estirar la mano y tener uno en cada mano, pero no lo hice.

Mi respiración era muy acelerada y la del chavito era entrecortada; no dejaba de hacer una cara que sugería que lo estaba haciendo bien y fue entonces que metí mis manos debajo de sus muslos y quise llegar hasta sus nalgas para acariciarlas mientras mi boca y mi lengua se ensañaban con tan delicioso manjar.

Nada pasaba por mi mente que no fuera esperar y recibir un chorro de su semen pero que parecía que se lo estaba reservando para no terminar con ese momento... El sabor de su pene era un poco diferente al del Pintor y al de otros que ya había yo probado, la novatez y juventud me extrapolaban a los placeres más extremos y deseaba que se prolongara mucho más, ese pene y ese momento. Toqué y acaricié sus deliciosas nalgas levantándolo casi en vilo y el niño ya no aguantaba mucho... se quitó la playera y nos dejó ver su piel tan casi perfecta que tuve que besarla y lamerle sus pezones como si fueran los de una mujer, le besaba el cuello sin soltar su verga para que no me la ganara el pintor y fue entonces que éste, apenas si con palabras, dijo que nos metiéramos a su recámara.

El chavito se paró y yo me puse detrás de él, siguiendo sus pasos casi fundidos en una pieza... a gatas nos subimos a la cama y se acostó boca arriba para dejarse lamer. El Pintor se sintió con el derecho de participar y también se subió a la cama, hasta quedar ahí, los tres completamente desnudos rozando nuestros cuerpos por tal cercanía. Me hinqué de nuevo y expuse mis nalgas para lo que pudiera suceder al abrazar el cuerpo aquél del deseo, y el Pintor se puso debajo de mí desde atrás, lamiendo la babita de miel que no me dejaba de escurrir...

Por un momento recordé al sacerdote que me tomó y no quise ser muy brusco en mi ímpetu por intentar extraer el líquido precioso y fui casi casi tierno rodeando al chavito por el frente y pasando mis manos por sus nalgas lisas que se movían frenéticamente como queriendo recibir mis dedos mientras chupaba, lamía, succionaba y mamaba ese pito que cualquier mujer paladearía también con singular placer.

El Pintor se plantificó detrás de mí y de mi pene pasó su lengua a mi trasero, a mis nalgas y finalmente a mi culo, a mi ano, a mi Jardín Secreto que palpitaba y palpitaba, sintiendo cómo ahorcaba la lengua del cubano... "Ojalá no se infarte", pensé al tiempo que me encantaba viendo y escuchando las expresiones calladas del chavito , quien parecía estar llegando al tan esperado clímax.

Mamar o coger mientras te la están mamando, lamiendo o cogiendo, no es que te distraiga, pero quisieras tener los sentidos multiplicados para disfrutarlo todo al 100 por 100.

El Pintor sudaba y respiraba muy aceleradamente, se separó de mí y se sentó en la orilla de la cama masturbándose, jalándose la verga y chupeteando su propio pre semen... Jamás hizo el intento de penetrarme, pero la verdad si lo hubiera hecho, lo hubiera recibido con sumo placer.

Y llegó... El muchachito aquél se revolucionaba, se alzaba como queriendo que no dejara de mamársela y me entraba su pito hasta la garganta; cuando el glande toca la campanilla ya no me hace toser o sentir ahogarme, por el contrario me lo metí hasta el fondo y mis ojos lagrimearon por la excitación y el ahogamiento... Lo esperaba y lo sentí; el chavito tuvo una eyaculación tan retenida que la tenía, que la expulsó con mucha fuerza y entonces sí tuve que sacarme un poco el pene de la boca para poder respirar... Su semen me baño la cara y escurrió de regreso a su pubis con el único vello que su cuerpo tenía... Sus gestos dejaron ver sus dientes apretados y sus ojos se cerraron igualmente haciendo nudo sus pestañas, dejando salir lágrimas de no sé qué, jadeaba y gemía como un bebé o beba, se abrazó a mí y sollozaba de una manera tan tierna que aún así me pareció muy erótica.

El Pintor también terminó con su chaqueta y poco semen... Y yo, que chorreaba, recosté de nuevo al chamaco sobre la almohada, me puse a horcajadas sobre su pecho y me masturbé hasta venirme sobre él. Volteó la cabeza para un lado para no recibir mi semen en la cara, pero lo aceptó gustoso sobre su pecho...
Ante tan intempestuoso final, pasé mis dedos por su pecho y unté mi semen resbalosamente por todo él.

Ufff!!!... Habían sido dos o tres horas deliciosas que yo hubiera querido repetir sin pensarlo.
Coger con una mujer no tiene palabras para describirse, pero sentir ese tierno cuerpo junto al mío me causó un placer enorme.

Cuando el chavito se metió a lavarse al baño, el Pintor me hacía señas como diciendo que habíamos estado muy bien, y hasta me preguntó que qué me había parecido el muchacho, que era de sus favoritos y que cuando quisiera repetiríamos el encuentro aquél.
No se lo dije, pero en mis adentros pensaba sí volver a hacerlo, pero solos, el chavito y yo.

Me enjuagué, y el Pintor me pidió que le diera un ride al chavito porque vivía lejos... Y así lo hice no sin antes sacarle con tirabuzón el número de teléfono mientras lo llevaba, mismo número que asumí había sido falso porque nunca más lo pude volver a contactar.