Martin con quien llevo casada 5 años, había sido siempre bastante celoso, no es que yo le diera ningún motivo, simplemente soy una mujer agraciada y sí, es cierto que antes de conocerlo “vivía la vida intensamente” pero cuando lo conocí me gustó lo suficiente para dedicarme a él en cuerpo y alma, tratando de que mi estilo de vida coincidiera con el suyo y que estuviéramos bien.
Hacía dos meses que en la empresa con la que había colaborado como freelance durante años, lo habían aceptado como socio y tras un exitoso negocio íbamos a celebrarlo con una cena, donde conocería a los otros tres socios en casa de uno de ellos, para ello me acompaño a comprar un vestido que fuera algo más “vistoso” que los que suelo emplear, después de probarme unos cuantos modelos acabo preguntándole a la dependienta delante de mí.
Sinceramente, todos son “espectaculares” pero no sé bien cual escoger, si yo no estuviera aquí, ¿Cuál le recomendaría? Es que reconozco que soy muy conservador pero en este caso quiero que luzca todos sus encantos.
La dependienta señalo un vestido de fiesta Rojo, sin mangas escote “palabra de honor” por delante que dejaba toda la espalda al aire, largo pero con una abertura lateral que llegaba casi al final del muslo, apuntó que se emplea sin ropa interior por motivos evidentes.
Martin la observo con ojos penetrantes, apretó la mandíbula y en unos instantes le dijo que me lo probara, el resultado fue magnifico y me sentía muy bien con él, di unos pasos que mientras fueran cortos no había problema, solo se abría hasta media pierna por lo que al final Martin accedió a comprarlo, mientras la dependienta lo envolvía junto con un chal también rojo que lo completaba, comentó que me quedarían muy bien unos zapatos de “aguja” que podía ver en la sección de complementos y un recogido en el cabello ya que tengo un hermoso cuello que sería la culminación lógica del vestido, fuimos por los zapatos y al terminar subimos al coche camino de nuestra casa en silencio solo roto por él cuando me dijo.
Sé que me dolerá ver cómo te miran los demás socios y que no será culpa tuya pero quiero cambiar de actitud y este puede ser un buen momento para intentarlo, no te puedo tener siempre encerrada en una vitrina para contemplarte solo yo, pero esta noche quiero pedirte un favor, al llegar a casa me gustaría que te vistieras “solo para mí” y que me permitas desnudarte.
Le tome la mano libre y le dije que lo haría con una condición, que se sentara y fuera yo quien se desnudase, no quería que con las prisas rompiera nada, estallo en una serie de carcajadas y accedió.
Esa noche no cenamos apenas, tomamos unos bocados de lo que tenía por casa y después entré en la habitación donde me vestí y calcé solo para unos minutos, al no poder “ir a la peluquería” simplemente me hice un moño de los que se sujetan con un pasador, pero que dejaba mi esbelto cuello al descubierto que es de lo que se trataba, salí andando despacio y situada frente a Martin di unas vueltas muy lentamente hasta que me paré mirándolo a los ojos, con una mano comenzó a acariciarse el enorme bulto que se había formado bajo su pantalón.
Siguiendo sus indicaciones me despoje del vestido de la forma más sensual de que fui capaz y cuando lo dejé sobre el sofá que tenía enfrente Martin, con los rojos zapatos y el pasador como única vestimenta le tome la otra mano y fuimos a la habitación, donde después de desnudarlo lentamente, fue él quien tomó el control de la situación, para follarme como hacía desde que nos conocimos, “sexualmente hablando” tumbada en la cama el encima de mí y con una serie de embestidas profundas y rabiosas, sin preliminares ni ternura y ni tan siquiera un beso.
Cuando sin pensar si yo estaba o no satisfecha como siempre, después de un considerable rato eso sí, eyaculaba, lo hacía siempre acompañado de una serie de gruñidos dentro de mi vagina, donde se quedaba hasta que terminaba y permanecía un par de minutos más, después se tendía a mi lado, me decía lo bien que había estado y entonces si, tras un beso de buenas noches mientras yo iba al baño a lavarme él se dormía, eso sucedía casi todas las noches, pero no me atrevía a hablar del asunto pues en un par de ocasiones que lo había intentado terminaba la conversación de forma muy rápida con un.
¿Es que acaso conoces a alguien que lo haga mejor que yo?
Eso era algo a lo que no le podía responder con sinceridad, TODOS los hombres con los que había estado antes que con él eran mejores en la cama conmigo, unos por unas cosas y otros por otras, solo que Martin era menos exigente en muchos aspectos pero muy cariñoso durante el resto del tiempo, honesto sincero y trabajador, eso fue lo que en realidad me enamoro de él, aunque pensé que con el tiempo podría ir “modificando” sus hábitos sexuales por el bien de ambos.
Me resultaba muy difícil pues él consideraba todo lo que se apartara de lo dicho, como “algo sucio” y en algunas ocasiones que fuimos solos a playas lejanas a nuestra ciudad, cuando le comente si le molestaba que hiciera toples solo con su mirada entendía que NO le gustaba la idea, incluso en ocasiones nos apartábamos de lugares donde hubiera muchas chicas practicándolo.
Llego el esperado viernes, en la peluquería me hicieron un recogido muy discreto, pero que permitía lucir tanto el cuello como las pequeñas orejas de lóbulos grandes, donde en principio pensé ponerme unos pendientes en forma de “lagrima” muy bonitos, pero que la misma peluquera me hizo ver que eran más atractivos sin nada que con cualquier adorno.
Ya en casa me vestí y calcé poniéndome un perfume muy sutil, casi imperceptible que me gusta por eso, no destaca demasiado y por tanto no enmascara mi “aroma personal” cuando Martin me vio no pudo por menos que silbarme mientras me miraba con ojos tristes, cuando le pregunte si le sucedía algo me respondió.
Eres tan bella y hoy por fin te conocerán mis socios, no les he hablado en detalle de ti en ningún momento y eso creo que tendría que haberlo hecho, incluso mostrarles una de las muchas fotos que llevo pero no me atrevía, hoy cuando nos conozcamos todos pues tampoco conozco a sus esposas, puede que empiece como tú has dicho tantas veces a “cambiar” en mis hábitos, acostumbrarme a que otros “vean” lo hermosa que eres sin que me moleste demasiado.
Tardamos más de media hora en llegar pues la casa estaba a las afueras de la ciudad, era un caserón inmenso, rodeado de una verja que se abrió después de tocar un pulsador y que Martin hablara a una cámara, se cerró detrás nuestro y al llegar a la puerta vimos otro coches aparcados allí, Martin me aclaro que éramos los últimos en llegar pues reconoció los coches de sus socios.
Al entrar me los presento, eran tres hombres solo un par o tres años mayores que Martin estarían en torno a los 35 años más o menos, pero tenían algo en común que me llamo la atención, la forma “tan peculiar” y descarada de mirarme, ellos a su vez me fueron presentando a las otras invitadas por sus nombres y pude comprobar que eran unas criaturas encantadoras, tuve una “amiga muy especial” en el pasado que se asemejaba mucho a ellas.
Parecían sacadas de un catálogo pues las tres respondían perfectamente a una única descripción, bellas muy bien vestidas para la ocasión pero con una ropa aún más atrevida que la elegida por Martin para mí, al que le vi un destello de ira en la mirada que atribuí a como me miraban sus “socios” pero calló y no me dijo nada ni siquiera como suele hacer con algún gesto.
Tomamos unas copas y pronto pasamos al comedor, donde la mesa estaba ya puesta, nos sentamos los ocho según dispuso Miguel el “dueño” de la casa, intercambiando posiciones de forma que quede en el mismo lado de la mesa que Martin pero en la otra punta, a mi izquierda estaba Miguel a continuación la pareja de Sergio otro de los socios y a continuación estaba Martin, enfrente de mi estaba la pareja de Daniel después Sergio a continuación la pareja de Miguel y por ultimo Daniel.
Nos sirvió una mujer de unos 45 años muy discreta y callada, la cena discurrió en un ambiente muy relajado, donde se establecieron casi siempre diálogos entre los que estábamos juntos y en algunas ocasiones pocas, participábamos todos de algún asunto, note que en diversas ocasiones Miguel me tocaba de forma para nada accidental ni justificada, pero lo atribuí al alcohol que habíamos ingerido, que sin ser demasiado había sido algo más del que suelo tomar, pero claramente vi como Sergio y la pareja de Daniel se besaron en un par de ocasiones de forma para nada casual.
Terminamos la cena y sugirió Miguel pasar al salón a tomar unas copas, yo dije de ir al baño y la pareja de Sergio se ofreció a acompañarme, al entrar me pregunto de sopetón pero con una gran sonrisa.
No te había visto nunca por aquí, ¿hace poco que estas en la ciudad?
Se quedó mirándome por el espejo en espera de una respuesta que no tardó en llegar, primero con una expresión de sorpresa en mi rostro al entender que era lo que sucedía y después aclarándole.
No te ofendas por lo que te diré, creo que mi marido es el único que ha traído a su verdadera mujer ¿verdad?
La chica me sonrió por el espejo afirmo con la cabeza y a continuación dijo.
Trataremos de ayudarte lo que podamos, pero “ellos” creen que eres una amiga de Martin y como tal te trataran, a no ser que decidas aclararlo o marcharte, en cuyo caso no sé cómo quedaría él ante sus nuevos socios.
La tranquilice diciéndole que trataría de comportarme como se esperaba de mí y para agradecerle el ofrecimiento de ayuda que me había hecho, la besé en los labios con gran pasión metiéndole la lengua hasta las amígdalas, al separarme le aclare que mi marido me tenía por una “niña buena” pero que ya que estaba allí trataría de estar a la altura de las circunstancias.
Al llegar al salón ya había empezado el desmadre, Sergio estaba manoseando a la “pareja” de Daniel mientras Daniel tenía sobre sus rodillas a la “pareja” de Miguel, este hablaba animadamente con Martin que miraba lo que sucedía sin poner demasiada atención a las palabras que en ese momento decía Miguel, “en diez días gracias a esa gran maniobra hemos ganado un millón de euros limpios, la cuarta parte es tuya trata de disfrutarlos” al vernos llegar, Miguel me pregunto si me apetecía bailar un poco y la “pareja” de Sergio fue bastante más directa, tomo a Martin de la mano y lo arrastro a otra dependencia, donde este se dejó llevar sin mirar atrás pero con los ojos empañados.
Miguel no se cortó un pelo, metió sus manos por el escote de mi espalda mientras se restregaba conmigo, más que bailar me estaba “intentando” clavar la polla a través de la ropa, unos instantes después note un cuerpo que me apretaba por detrás con gran interés, gire un poco la cabeza para comprobar que se trataba de Sergio, quien metió las manos entre ambos cuerpos y se encargó, después de bajarme el escote “palabra de honor”, de aprisionarme las tetas en unas manos que eran de todo menos torpes, me estaban transportando entre los dos a un mundo, casi olvidado pero no por eso menos grato.
Con diligencia la pareja de Miguel vino a “mediar”, los aparto lo justo para terminar de sacarme el vestido, cuando repare ella ya no lo llevaba y mientras ellos seguían con su “particular” sobo ella me beso con gran sensualidad, mostrándome así que no estaba sola en “eso”, después primero a Miguel y Sergio a continuación les fue sacando la ropa, notaba el duro sexo de Miguel contra el mío y comencé a mojarme pero cuando fue la dura y gorda polla de Sergio la que se incrusto entre mis cachetes, algo estallo en mi interior rememorando otros tiempos, no era solo la cabeza la que trabajaba a mil por hora, todo mi cuerpo adopto una serie de actitudes que no dejaban lugar a dudas.
Miguel tal como me tenía abrazada se dobló hacia detrás para que Sergio lo tuviera más fácil para encularme, no me lubrico en absoluto aunque realmente no hacía falta, fue entonces cuando apunto su gruesa polla a la entrada de mi “desentrenado” culo hacía más de seis años que tan solo albergaba algún consolador, en alguna de las solitarias sesiones de sexo que me veía obligada a “obsequiarme”, de vez en cuando para no volverme loca y hacer algo que en el fondo estaba deseando pero que no quería que sucediera.
Entro de una sola estocada hasta el fondo, notaba como mis carnes se habrían a medida que avanzaba por ellas pero no notaba dolor, solo una agradable y conocida sensación que me llenaba de placenteros recuerdos, entonces sin soltarme ninguno de los dos Sergio se sentó en el sofá para tenderse en él, quedaron ambas cabezas sobre el brazo del mismo, en esa posición fue Miguel quien en un alarde de flexibilidad encaro su capullo que había notado pero que continuaba sin ver a la entrada de mi vagina, con una serie de cortos empellones logro llegar hasta el fondo y entonces comenzó la verdadera función.
Sergio me sujetaba por las caderas y Miguel tenía sus manos sobre mis pechos, en cada potente empellón de Miguel notaba como estaba a punto de salirme de Sergio quien en cuanto Miguel dejaba de empujar se afanaba a apretar de mis caderas hacia abajo, para volver a penetrarme del todo, eso después de las primeras diez o doce veces me tenía bastante más allá de lo que podía imaginar, entonces vi cómo se aproximaba una sombra, se trataba de Daniel que apoyo la punta de su erecta y húmeda verga en mis labios.
Simplemente abrí la boca y con mucha precaución para acoplarse al ritmo de sus “socios” me comenzó a “follar la boca”, cada empellón de Miguel servía para que la polla de Daniel llegara a mi garganta, algo que también echaba de menos y que nunca me había desagradado, en ese momento solo recordé a Martin imaginando que entre la amiga de Sergio y quizás alguna otra de las chicas le estarían dando lo suyo y me pregunté por un instante cuál sería su reacción si me viera en ese momento, con todos los agujeros ocupados y con cara de satisfacción.
Esos tres parecían una maquina muy bien “engrasada” comenzaron a eyacular prácticamente al tiempo, el primero quizás fue Sergio que comenzó a llenarme las entrañas con su cálido semen, pues en ningún caso empleamos condón, quizás fueran mis espasmos lo que provoco la eyaculación de Miguel, también muy abundante y cuando comencé a hipar por mi propio orgasmo fue Daniel quien me obsequio con una serie de descargas que se estrellaron contra mi paladar y que con gula me apresure a tragar, hacía más de siete años que no tenía la oportunidad, los consoladores lo imitan casi todo menos una buena eyaculación.
Estaba rota pero feliz, en menos de media hora había tenido más y mejor sexo que en años, cuando Miguel se retiró y Daniel también después de que le dejara la polla limpia del todo, apareció Martin entre las Parejas de Sergio y Luis llegaban los tres desnudos y a Martin vi cómo le colgaban restos de una reciente eyaculación, intente levantarme pero me retuvo la pareja de Daniel quien se afano en limpiarme a fondo la vagina y alrededores con su afilada lengua, llevándome mucho más allá de lo que habían conseguido entre los tres hombres, prolongando un orgasmo espectacular o quizás consiguiendo que alcanzara otro de dimensiones desproporcionadas, nunca sabré en realidad que fue, pero ese era el resultado.
Al terminar y recuperarme un poco, me senté en una butaca de dos piezas junto a Martin que ni me miro, para ver como se encargaban los tres de hacerle algo parecido a lo vivido por mí a la pareja de Sergio, que resultó ser una mujer muy escandalosa, la pareja de Luis se arrodillo frente a Martin y mientras yo lo besaba en los labios apasionadamente, engullo su polla en un rápido movimiento, Martin no se resistió y aguanto hasta que ya no pudo más, tomando la cabeza de la chica entre sus manos la mantuvo “sin necesidad” para que no escapara hasta que se vacío por completo en su boca que no dejo escapar nada.
Después de unas horas más en que la dinámica fue la misma, los “chicos” quedaron agotados fue cuando nos amontonamos nosotras cuatro, un verdadero montón de carne cargada de lujuria, nos besamos lamimos urjamos mordisqueamos y terminamos las cuatro comiéndonos el coño sobre una alfombra formando un círculo casi perfecto, si no en cuanto a forma geométrica si en cuanto a resultado, la pasión irrefrenable estaba presente y fue cuando mientras nosotras reposábamos y ellos ya dormían cuando la “pareja” de Sergio les contó la verdad sobre mí a las demás, tomo la palabra Julia la “pareja” de Miguel para decir.
Nosotras somos, bueno habíamos sido “chicas de compañía”, fui la primera hace ya casi cuatro años, en la primera fiesta que organizaron tras el primer gran éxito de la sociedad, fui invitada a dos más y por fin me decidí a hablar con Miguel, después llegaron ellas a otras fiestas, a medida que los éxitos demandaban una celebración, ahora somos empleadas de la empresa con un sueldo más que bueno y además “todas” las salidas que hacemos, sea como la de hoy para celebrar algo o para acompañar a un cliente de la empresa, las cobramos aparte y muy bien.
No ganamos tanto como antes, pero vivimos mucho mejor y además podemos envejecer sin temor, algún día cobraremos una pensión.
Todas reímos la ocurrencia pero les dije que nosotros teníamos que irnos, Julia se ofreció a ayudarme a vestir y las otras dos se encargaron de Martin, quien después de espabilarlo fue guiado a la estancia donde había estado antes y de donde salió perfectamente vestido, nos acompañaron a la puerta desnudas como estaban, nos besaron a ambos y nos despidieron con la mano.
Subimos al coche, al llegar cerca de la verja Martin alargo la mano y pulso un botón que había en un poste casi invisible que la abrió, permanecimos en silencio hasta llegar a casa pasadas las cuatro de la madrugada, donde con la cara muy triste Martin pregunto.
¿Ahora que, como vamos a afrontar todo lo sucedido hoy? Yo no sabía que traerían a las “chicas” de la oficina ni que la “fiesta” seria así.
Mi única respuesta posible pues amo mucho a Martin fue.
Recapitulemos, desnúdame como pretendías la otra noche cuando me vestí para ti y hazme algo “semejante” a lo que te han hecho esta noche y cualquier otra cosa que se te ocurra, cuando se te acabe la imaginación déjame hacer, seguro que aún podre sorprenderte de alguna forma.
Nos dormíamos agotados pasadas las diez de la mañana, Martin tiene mucho aguante y además bien racionado puede dar mucho de sí, cuando nos despertamos a media tarde hicimos el amor tiernamente y con mucho mimo por su parte, no de la forma salvaje en que lo habíamos hecho de madrugada, ni monótona como en los últimos años, después de una larga ducha nos vestimos y salimos a comer algo, fue una merienda-cena que liquidamos enseguida, de regreso a casa fuimos directos a la habitación.
Quedo claro que lo único que nos faltaba a ambos era un “nexo” algo que hiciera saltar la chispa y eso sucedió durante la fiesta, yo había decidido “SI o SI” retomar mi antiguo estilo de vida, él descubrió ese otro estilo de vida que gira en torno al sexo y los dos salimos ganando, la noche del domingo ambos ya agotados aún pudimos hablar un poco y le dije ”no te preguntaré como conocías el botón de salida de la finca” continuamos hablando un buen rato hasta que llegamos a un acuerdo.
El lunes a media mañana fui a la empresa, salude Gloria la “pareja” de Sergio que hacía de recepcionista y le dije acompañando con un guiño, que podía avisar a Martin de que ya había llegado.
Apareció Julia que tras besarme en las mejillas me acompaño a una sala de reuniones que en ese momento estaba desierta y permaneció sentada a mi lado y en silencio, en unos instantes llegaron los “socios” muy serios vestidos completamente, luciendo las chaquetas y corbatas parecían todos muy formales, me saludaron algo desconcertados, al parecer Martin tal y como habíamos acordado no les había dicho nada, cuando Miguel trato de balbucear algo que seguro que pretendía ser una disculpa lo interrumpí con un gesto y les dije.
Por favor sentaros, vamos a ver si soy capaz de hacerme entender, si en algún momento veis que me desvió del tema avisadme. El pasado viernes lo pase muy bien así como Martin e imagino que vosotros también.
Vi como relajaban la mirada y ponían atención pero sin la tensión inicial, entonces proseguí.
Me gustaría poder trabajar aquí con vosotros, soy diplomada en Administración y Dirección de empresas, no sé si Martin lo había mencionado y me gusta “el ambiente” que se respira aquí, del sueldo no discutiré en absoluto tan solo quiero formar parte “de esto” si no tenéis inconveniente, Martin ya no lo tiene después de ver cómo TODOS somos capaces de comportarnos y disfrutar, solo se trata de que lleguéis a un acuerdo y me digáis algo directamente o a través de Martin y no os cansare más, imagino que este fin de semana habrá sido tan “largo” para vosotros como para nosotros.
Miguel tomo la palabra para decir con una gran sonrisa.
Estas contratada, Julia te acompañara para que conozcas las instalaciones y para que escojas alguno de los despachos que quedan libres, veras que somos meros “intermediarios” y por tanto hasta ahora éramos solo siete pero estoy muy contento que seamos ocho, si os parece este fin de semana podríamos hacerte “una fiesta de bienvenida”, digamos ¿el viernes a las 9 en la “casa”?
Asentí y salí acompañada de Julia quien me llevo a recepción y le dijo a Gloria que avisara a Raquel porque tenía algo que contarles pero mejor estar las cuatro juntas, andamos en silencio hasta un gran despacho donde había una mesa enorme con un ordenador en un extremo un par de butacas y un sofá, nos sentamos y explicó el contenido de la reunión, después me dieron entre las tres la bienvenida de la mejor forma que sabían, me tuve que quedar en el sofá un buen rato pues me temblaban las piernas, cuando conseguí encontrarla y ponerme la ropa salí y ya en recepción Gloria con un guiño me dijo.
Hasta el viernes Melinda y esta será una fiesta “gratis” solo para gozar.






3 Comentarios

Comentarios de los lectores


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1 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Con todo respeto, me tomé el atrevimiento de darle unos toques a tu relato.

"Al fin Tuve a mi Vecina"

...Era Otoño, mi época preferida. Cuando subía las escaleras rumbo a mi apartamento, venía bajando ella, mi vecina, con su característica seriedad y su buen gusto en el vestir. Llevaba un vestido café, chaqueta y una bufanda de colores. Debo aclarar que ambas somos amas de casa y llevamos mas de 3 años como vecinas...

Pero ese día fue especial pues ella me dijo que quería invitarme un café. Acepté desconcertada, pues no hablaba tanto conmigo. "Cuando deje a los niños en la escuela paso a tu casa". -Contesté. Ella sonrió y dijo: "Te esperaré". -y le dije: "Qué más da, ¿quieres ir con migo?, anda". -Ella contestó: "¡Claro!; por qué no, vamos".

En el camino me contó que su esposo la habia engañado y que estaba triste. -Le dije: "Calma, así son ellos, no hay nadie que no lo haga hoy en día. Hazle lo mismo, en Internet conocerás chicos o chicas, jajaja!". Entonces me dijo: "Sí, hay que probar cosas nuevas... ¿Tú has estado con alguna mujer?". -"¿Yo?". "Claro que no, en realidad solo bromeaba" -Respondí. ..."Pero sí me gustaría probar" -Bromeé. ...Entonces hizo lo que no esperaba, puso su mano en mi pierna y me puso nerviosa... "Hay que hacerlo cómo, ¿en el carro? -le pregunté. "No". Vamos a mi casa" -Respondió.

No sentí ni cómo manejé hasta casa con sus manos acariciando mi entrepierna... Cuando subíamos las escaleras, no me pude contener y le agarré una nalga; se sonrió y dijo: "¡Me calientas!"... Al entrar a su casa me puso contra la puerta y empezó a besarme el cuello mientas sus manos trataban de llegar a mi muy húmeda vagina, y yo ahí, sin poder moverme. Entonces mis manos empezaron a acariciar sus pechos y sus muy redondas nalgas y me sentí muy ardiente; empecé a quitarle la ropa. ...Entonces ya no era ella era yo quien no aguantaba las ganas de tomarla y cogérmela toda.Y así le rompiéndole el vestidito, le agarré los pechos y puse mi boca en su muy mojada vagina. Era como si ya me estuviera esperando... Le metí mi lengua succionando sus jugos y me encantaron sus gemidos pidiendo más. La volteé y le di unas nalgadas, la puse de rodillas e hice que me lamiera la toda la vagina; le agarré los pechos y le dije: "Ahora eres mía, así que date vuelta", y le metí mi lengua en su ano. Gritó tan excitada que mientras le chupaba su ano, mis manos exploraban sus pechos y su vagina hasta que me dio más y más jugos.

Estuvimos haciéndolo casi toda la mañana hasta que acabamos de tan cansadas que estábamos. Lo mejor, es que hice todo lo que miraba en aquellos videos de Lesbianas en Internet y aún sigo cogiendo con mi vecina.



Voloración de la obra: 5

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2 ) Enviado por: Hypersexual el 30/08/2018 a las 19:06:14

Hola Fantaciakles,

Como ya lo comenté, me gustó mucho tu experiencia, y si lo deseas, aunque no soy una eminencia, yo te ayudo un poco en la redacción y la ortografía.

Tal vez tu idioma natal no es el Español, pero con gusto y sin compromiso alguno, me gustaría darte una mano.

Espero recibir tu respuesta... Ya tengo la versión de tu relato con el manejo de la redacción recomendable.

Sinceramente:
Hypersexual.

Voloración de la obra: 4

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3 ) Enviado por: Hypersexual el 21/03/2018 a las 19:06:14

¡Me gustó mucho tu relato mujer!...

Muy corto pero tal y como te llegó a tu puño.
Voy a buscarte más seguido dentro de este rubro que me llena las pupilas... y algo más.

Voloración de la obra: 4

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